La reforma fiscal y el informe propuesto por los expertos tienen muchos interrogantes de cara al ciudadano y a los propios políticos. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría aseguró tras el Consejo de Ministros que ‘’ahora le tocaba al gobierno’’ explicando que habrían puntos que les parecían bien y otros que no. Una de las sorpresas ha sido el punto sobre la supresión del impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP), del que nadie pensaba que prosperaría. El ITP es un tributo que grava la compraventa de viviendas de segunda mano, por lo tanto, su supresión significaría un ahorro de 15.000 euros a aquellos usuarios que adquieran una vivienda usada con un precio medio de 150.000 euros.
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