cada mañana jacques-andré istel se levanta de la cama, hace 100 flexiones, 125 sentadillas y nada varios largos en su piscina. todo antes de desayunar y… a pesar de sus 85 años. para cualquier otra persona de su edad esta rutina sería una proeza, pero no para este hombre de origen francés que siendo poco más que un adolescente combatió como voluntario del cuerpo de marines en la guerra de corea, al que se le considera el padre del paracaidismo moderno y que ha trabajado como diplomático o en banca de inversión
y es que jacques-andré no es un tipo común. hijo del que fue representante del gobierno de gaulle en la conferencia de bretton woods (1944) –en la que se acordó el nacimiento del banco mundial y el fondo monetario internacional–, es desde hace casi tres décadas el alcalde de la ciudad californiana de felicity. lo cierto es que siempre gana las elecciones por mayoría absoluta: su propia mujer, felicia, es la única votante
istel se cree el ombligo del mundo, y no le falta razón. en 1985 consiguió que el estado de california y el gobierno de eeuu reconociesen felicity –fundado por él mismo y que bautizó en honor a su esposa– como ‘el centro del mundo’. cuatro años después el gobierno francés refrendó la nominación
el pueblo, que se asienta en torno a la placa conmemorativa del hito, está compuesto por la casa del matrimonio y sólo seis edificios más. además, otro de los atractivos es el conocido como ‘museo de historia en granito’. por apenas tres dólares, cualquiera que se acerque a felicity puede disfrutar de esta enciclopedia en forma de ocho enormes muros de piedra tallados con los hechos más importantes de la humanidad… según istel: desde la historia del estado de ariziona a la de la aviación, pasando por la de la legión francesa, entre otras. genio y figura
noticias relacionadas:
el hombre que excavó con sus propias manos una catedral subterránea en el desierto de eeuu