bbva research cree que el ingente stock de pisos en venta en españa se reducirá de forma "modesta" este año, siguiendo la estela de 2012. no obstante, considera que el ajuste por el lado de la oferta ha sido "significativo", y podría estar cerca de su fin como consecuencia de la "fuerte" reducción en el número de viviendas iniciadas o en el empleo en el sector
en sentido, el servicio de estudios de la entidad destaca que en algunas regiones como Cantabria, Navarra, País Vasco y Madrid los volúmenes de viviendas nuevas sin vender se sitúan actualmente en el entorno del 2% del parque residencial frente a alrededor de un 4% para el total de España, "relativamente cerca" de lo que sería un nivel óptimo de inventarios (1,5% del parque). a su juicio, este hecho "evidencia que el desequilibrio del mercado inmobiliario en estas regiones está próximo a su corrección"
por otro lado, bbva constata un "fuerte" dinamismo de la demanda de vivienda por parte de extranjeros y cree que ésta podría consolidarse durante el presente año, "una vez que la incertidumbre en los mercados financieros haya bajado y comience a haber un mayor apetito por el riesgo"
sin embargo, el banco que preside francisco gónzalez añade que todos estos factores no implican que durante los próximos años se pueda ver una recuperación "vigorosa" de la inversión, ya que la sobreoferta acumulada sigue siendo importante "pero sí que el ajuste está en marcha"
de hecho, calcula que la inversión residencial se contraiga en torno a un 8,3% en 2013. según sus estimaciones, será a partir de 2014 cuando esa partida comience a registrar tasas de crecimiento positivas aunque moderadas (+2,1% para el conjunto del año), tras siete años de descensos y una contracción acumulada superior al 50%
además, bbva indica que el ladrillo deberá enfrentarse a nuevas circunstancias que añadirán incertidumbre como el proceso de reestructuración del sistema financiero, la puesta en marcha de la sareb, la eliminación de las ventajas fiscales a la compra y la subida del iva para la vivienda, la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos y la nueva regulación para las Socimi

La actual situación del mercado inmobiliario español hace que vender una vivienda no sea una tarea fácil. El grifo de la financiación está casi cerrado, los precios bajan de forma constante, pero todavía no se sabe cuándo tocarán suelo, los compradores que disponen de liquidez son conscientes de su capacidad negociadora y la gran oferta de inmuebles en venta hace que destacar sobre el resto sea ciertamente complicado.
Los precios de la vivienda en España cayeron un 15,2 % entre julio y septiembre de 2012 con respecto al mismo periodo de 2011, lo que situó al país a la cabeza de la Unión Europea (UE), donde los precios bajaron de media un 1,9 %, según publicó la Oficina de Estadísticas Comunitaria (Eurostat)
Uno de los datos más curiosos del informe “La vivienda en el año 2012” de fotocasa.es el que atañe a los municipios más caros de España. Llama especialmente la atención comprobar que Madrid capital no se encuentra en el “Top 10” de las ciudades con el precio de la vivienda más alto del país. De hecho, la capital, con un precio medio de con 2.956 euros/m2, sólo alcanza el puesto 20 entre todos los 374 municipios analizados por el estudio.
Según un informe de la agencia de calificación Standard & Poor’s, el precio de la vivienda en España caerá un 20% a lo largo de los próximos cuatro años, el periodo que estiman para que la demanda absorba el exceso de ‘stock’ residencial sin vender. Por el momento, mientras el mercado logra drenar el ‘stock’ de viviendas, que el informe cuantifica entre 700.000 y un millón de viviendas, a partir de datos del Fondo Monetario Internacional, el precio de los pisos descenderá un 7,8% en 2013 y un 6% en 2014.
Con el presupuesto familiar apretado, más vale tener en cuenta lo que el fisco nos va a cobrar ya desde comienzos de año. Este es un recuento de las novedades que ya estrena el nuevo año a la hora de pagar (más) por los bienes inmuebles de que disfrutamos.
La dirección general de Tributos considera que no hay razones para ampliar los cuatros años de los que disponen hoy quienes hayan abierto un cuenta de ahorro vivienda, aunque no hayan podido materializar la adquisición o reforma de una vivienda como consecuencia de la crisis económica.
